Independientemente del tamaño de su empresa, tener un buen abogado de negocios puede ser un gran activo. Muchas grandes empresas incluso emplean a sus propios abogados a tiempo completo como asesores internos, pero las pequeñas y medianas empresas pueden no tener ese lujo.
Las empresas que acaban de empezar rara vez disponen de los recursos necesarios para contratar a un abogado a tiempo completo. Eso significa que deben elegir a un abogado que no solo desempeñe la mayoría de las funciones jurídicas de su empresa, sino que también pueda prestar servicios de consulta cuando sea necesario.
Muchos abogados de empresa se dirigen específicamente a este tipo de empresas, y son un recurso excelente para las pequeñas y medianas empresas. Para las pequeñas y medianas empresas, es probable que desee buscar un abogado de empresa con los siguientes atributos:
Para ahorrar costes, busque una empresa más pequeña.
Los bufetes más grandes implican mayores gastos generales, lo que también significa tarifas por hora mucho más elevadas. Si quiere que un abogado actúe como asesor de su empresa (¡y debería hacerlo!), no querrá a alguien que le cobre un ojo de la cara cada vez que llame por teléfono.
Por otro lado, también debe asegurarse de que el abogado que elija tenga la experiencia suficiente para no necesitar la ayuda de muchos otros abogados del bufete.
Busque un abogado que conecte con los objetivos y la visión de su empresa.
Esto es especialmente importante si su empresa aborda puntos de vista específicos que pueden ser controvertidos. Por ejemplo, si va a poner en marcha una empresa de alimentos limpios, es probable que su abogado apoye, al menos en parte, su plan de negocio.
Si su abogado no entiende su negocio, no entenderá sus necesidades legales. Lo ideal es encontrar un abogado de empresa que haya trabajado antes en su tipo concreto de negocio, pero no siempre es necesario.
Conseguir un abogado que lo haga todo (o casi todo) le ahorrará tiempo y dinero.
Encontrar un abogado que pueda ocuparse de todos los aspectos de su empresa, desde la constitución hasta los contratos complejos, es un recurso inestimable. Contar con una persona que se encargue de todo esto le evitará tener que explicar su negocio o los conceptos empresariales a varios abogados.
Contar con una sola persona que se encargue de todo esto también permitirá a su abogado hacerse una idea completa de lo que ocurre en su empresa, de modo que pueda señalarle aspectos legales que quizá usted no haya tenido en cuenta.
Por ejemplo, es posible que la compra de un inmueble afecte a un plan de desarrollo de un producto no relacionado. Cuando el abogado sólo realiza una parte del trabajo, es posible que no pueda detectar esta conexión.
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