Las estadísticas nacionales muestran que la mayoría de las demandas llegan a un acuerdo antes de llegar a la fase de juicio. Al fin y al cabo, la gente tiende a inclinarse por la opción menos arriesgada con mayor certeza de recompensa. Sin embargo, si le han ofrecido llegar a un acuerdo en su demanda empresarial, puede que su caso no sea tan sencillo. Considere los hechos de su situación antes de tomar decisiones precipitadas.
1) ¿Tiene tiempo?
Puede ser difícil calcular la duración exacta del juicio, sobre todo porque la otra parte puede tener oportunidades de retrasar las fechas judiciales. Los juicios suelen comenzar varios meses o incluso años después de que se presente una demanda. Una vez que se ha llegado a una sentencia judicial, la parte perdedora puede recurrir la decisión y prolongar aún más el proceso. Los acuerdos son definitivos, lo que significa que la otra parte no suele poder recurrir. Teniendo esto en cuenta, pregúntese cuánto tiempo y energía está dispuesto a gastar en un juicio.
2) ¿Puede permitírselo?
Igual que los juicios pueden ser largos, también pueden ser caros. Los honorarios de los abogados no son los únicos gastos que hay que tener en cuenta. Sus gastos de bolsillo pueden incluir las tasas judiciales, los viajes y el tiempo perdido en el trabajo. También debe tener en cuenta el proceso de descubrimiento previo al juicio, que puede implicar largas deposiciones para ayudarle a obtener pruebas e información para apoyar su caso (como un testigo experto). Aunque puede recuperar algunos de estos costes con una demanda que prospere, puede eliminar muchos de ellos por completo si acepta un acuerdo.
3) ¿Cuál es su relación riesgo-recompensa?
Como con cualquier otra decisión empresarial, debe sopesar los riesgos de un juicio frente a la posibilidad de recompensa. Teniendo en cuenta los costes antes mencionados, ¿podría recuperar una cantidad significativa de dinero? ¿Cuáles son los mejores y los peores escenarios? Un acuerdo transaccional le ofrece la certeza de que cobrará; en un juicio, puede perder dinero por una demanda infructuosa. Un abogado puede ayudarle a calcular la relación riesgo-recompensa para que tenga una idea más clara de las posibilidades.
4) ¿Creará un juicio mala publicidad?
Si lleva su caso a juicio, los documentos judiciales pasarán a ser de dominio público, por lo que cualquiera podrá acceder a ellos, a menos que un juez los selle. ¿Podría el juicio generar publicidad negativa para su empresa o para la otra parte? Por otro lado, los detalles de un acuerdo se mantienen en privado en la mayoría de los casos, e incluso puede añadir una cláusula de confidencialidad a su acuerdo de conciliación.
5) ¿Qué solidez tienen sus pruebas?
Debe pedir a un abogado que examine su caso y determine la solidez de su posición. Incluso si cree que tiene razón, es posible que carezca del tipo y la cantidad de pruebas necesarias para respaldar su caso ante un tribunal. Compare el caso de la otra parte con el suyo. Una evaluación sincera de su caso le permitirá hacer un cálculo más preciso de la relación riesgo-recompensa.
Un acuerdo suele ser la opción menos arriesgada, ya que le ofrece expectativas claras sobre lo que puede ganar. Aun así, es posible que sienta una conexión personal con el caso, el deber de impugnar la constitucionalidad de una ley o la necesidad de demostrar la "justicia" fundamental de su postura. No importa cuál sea su posición en este momento, debe consultar a un abogado para tomar su decisión final. Los abogados de Campbell Law pueden ayudarle a determinar el mejor curso de acción. Llámenos para obtener asistencia personalizada con su demanda comercial o decisión de conciliación.