Los contratos son la columna vertebral del éxito de toda empresa. Sea cual sea el tamaño de la empresa, todo empresario debe comprender al menos sus fundamentos y su necesidad. Un simple contrato hecho a mano o escrito en una servilleta rara vez será eficaz. Y tanto si el contrato es deficiente e inaplicable, como si no lo es en absoluto, lo normal es que desemboque en costosos litigios y en un grave trastorno para su empresa.
Para evitar repercusiones dolorosas, asegúrese de tomar nota de estos cuatro errores contractuales clave que su empresa debe evitar a toda costa.
1) Renunciar a un contrato
Este es el primer error y el más peligroso. Demasiados empresarios creen que pueden confiar en un apretón de manos y en las promesas de alguien. Desgraciadamente, ese no es el mundo en el que vivimos, y hay demasiado en juego para que usted descuide el uso de contratos en sus tratos comerciales. Aquí es donde entra en juego un abogado experto. Omitir el contrato significa que no tiene que rendir cuentas de ningún trato o acuerdo que haga. Los acuerdos verbales están permitidos, pero son muy difíciles de probar. Si su proveedor deja de suministrar widgets esenciales a su empresa, es difícil demostrar que tenía una responsabilidad jurídicamente vinculante de hacerlo. Sin un contrato escrito, no hay nada que obligue al proveedor a cumplir su palabra. Un contrato no garantiza que su empresa vaya a evitar todos los problemas legales, pero es una valiosa red de seguridad necesaria para mitigar riesgos y responsabilidades costosas.
2) En solitario
Como dice el refrán jocoso: "Todo el mundo es experto". Vivimos en una época en la que Internet nos ha conectado con información y conocimientos que antes eran mucho más difíciles de adquirir. ¿Necesita un contrato de trabajo? Basta con buscarlo en Google, encontrar una plantilla y rellenar los espacios en blanco uno mismo, ¿verdad? Desgraciadamente, un contrato mal ejecutado o que no se adapte a sus necesidades específicas puede ser tan perjudicial como no tener contrato alguno. Los contratos son DEMASIADO importantes como para adoptar un enfoque simplista. Hay matices en cada acuerdo que deben ser debidamente analizados y tenidos en cuenta por un abogado experto en negocios como los de The Campbell Law Group. No caiga en la trampa de intentar ahorrarse un dólar o dos en sus contratos haciéndolo usted mismo. Probablemente gastará miles de dólares más cuando su contrato se vea expuesto a desafíos legales.
3) Ambigüedad
Los contratos deben ser siempre específicos. Es una buena regla general en casi todos los casos. Los términos vagos y ambiguos no son amigos de los redactores de contratos. Los jueces tampoco aprecian la vaguedad. Si se refiere a una transacción concreta, sea lo más específico posible. Los jueces no acostumbran a desestimar contratos por ser demasiado específicos, pero sin duda darán margen a la parte contraria si hay aspectos del contrato que podrían malinterpretarse o entenderse en más de un sentido. Una vez más, un abogado sabrá cuál es la mejor manera de describir los términos en función de su situación particular.
4) Excluir términos vitales
Si no se tiene experiencia en la redacción de contratos, es fácil omitir cláusulas y formulaciones vitales que pueden parecer insignificantes a ojos inexpertos, pero que en realidad son fundamentales para la eficacia de un contrato. Por supuesto, este tipo de inclusiones necesarias variarán en función de sus objetivos al redactar el contrato, así que pida siempre a un abogado que revise las circunstancias de su situación y le ayude a redactar un contrato que se adapte a sus necesidades.
Los abogados de The Campbell Law Group están a su disposición para ayudarle con todas sus necesidades contractuales, incluyendo negociaciones, redacción y revisión de contratos existentes con el fin de descubrir responsabilidades. Llámenos hoy mismo para saber cómo podemos ayudarle.